miércoles, 7 de septiembre de 2011

12.- ¿POR QUÉ EXISTEN LAS SECTAS?

Sin escrúpulos
Sin pretender agotar los motivos, indico algunos que considero más relevantes para la existencia de las sectas.
1º.- La búsqueda religiosa del ser humano.
El hombre tienen necesidad de “lo religioso”, de Dios. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre (Catecismo de la Iglesia Católica 27).
A lo largo de la historia, el hombre se ha ocupado en la búsqueda de Dios por lo que, con toda razón, puede decirse que el hombre es un ser religioso, (CIC 28)
Dios puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas (CIC 36). El hombre, en las circunstancias históricas actuales, tiene muchas dificultades para conocer a Dios con la sola luz de la razón (CIC 37)
Existe otro orden de conocimienyo que el hombre no piuede de ningún modo alcanzar por sus propoias fuerzas, el de Reverlación divina (CIC 50).
Las religiones tradicionales, por motivos muy diferentes, dejan insatisfechas a muchas personas, pero el deseo de Dios sigue latiendo en el corazón. Esto lo saben los dirigentes de las sectas y se aprovechan para hacer un proselitismo feroz que engaña a muchos.

2º.- La secularización de la sociedad
Durante veinte siglos los pueblos y los individuos organizaban sus vidas, unas veces mejor y otras peor, en torno a Dios, considerándole Alguien importante. Dios estaba presente en la vida de los hombres, tanto en la etapa terrenal como en la que se inicia después de la muerte, la etapa trascendente.
En estos últimos tiempos, el legado trascendente del pasado está dando paso a la simple negación de Dios. Grandes masas viven al margen de toda idea de Dios;.el desinterés por las cuestiones religiosas es una de las mayores amenazas de nuestro tiempo. El desconcierto religioso se ha instalado en el corazón de muchos. Este desconcierto es aprovechado por las sectas para la captación de sus miembros.

3º.- Las deficiencias pastorales de las Iglesias tradicionales.
Las Iglesias tradicionales se habían instalado en la masificación, la burocratización, la rutina y una cierta obsesión por lo material, abandonando el contacto personal, la afectividad de las personas y su preferencia por los pobres. Para cambiar el rumbo, se debe producir “una verdadera conversión de las personas a Dios”.
 Las sectas trabajan con grupos reducidos, con un contacto muy personal y afectivo y no es extraño que consigan adeptos. La conversión que exigen para entrar en la secta sustituye a la verdadera conversión a Dios.

4º.- Las carencias familiares y sociales.
Las personas viven aisladas por el activismo moderno, por la fascinación de los medios de comunicación, por los mitos del cine, la canción o el deporte. Pero las personas necesitan amar y ser amadas, es una necesidad psicológica. Eso lo saben las sectas y lo ofrecen a sus adeptos, por lo menos al principio mientras dura su captación.

5º.- La fascinación por lo novedoso
Desde mediados del siglo pasado las sectas están de moda en muchos países. Son muchos los que se acercan a ellas por ese afán de seguir la moda, de estar a la última, sin mayor profundización.
Sentir algo nuevo lleva a muchos a las sectas, especialmente a los que están hartos de sexo, de alcohol o de drogas y buscan nuevas experiencias.
Las sectas destructivas, las satánicas y luciferinas llenan a la perfección esta necesidad de sensaciones fuertes.

6º.- El apoyo del Gobierno de los EEUU.
En toda América del Sur el auge de múltiples sectas evangélicas se debe, en gran medida, al apoyo recibido del Gobierno norteamericano para frenar, decían, el avance del comunismo. Las sectas tiene mucho en común con las grandes multinacionales y el hambre de poder de sus dirigentes.

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