La odiada de las sectas |
Así como el apóstol san Juan, por encargo de Jesucristo, al pie de la cruz, se llevó a la Virgen María a su casa, de la misma manera no existe un hogar católico donde sus moradores no hospeden en él a la Madre de Dios, la Virgen María , simbolizando esta acción al tener en su casa la hermosa imagen de ella en alguna de las muchas advocaciones con que se le aclama y recurre a su valiosa intercesión con infinidad de títulos.