11.- DIFERENCIAS ENTRE LA IGLESIA Y LAS SECTAS RELIGIOSAS

Boda multitudinaria

Hay muchas e importantes diferencias 
Además de las diferencias ya indicadas en reflexiones anteriores, ante la imposibilidad de señalar todas, quiero destacar algunas de las más significativas.

1.- El fundador. Cristo fundó la Iglesia hace más de 2000 años, en cumplimiento de la promesa que había hecho a Pedro. “ Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”

Las sectas han sido fundadas, a lo largo del siglo XIX, por diversos líderes que se creían “iluminados”.

2.- Los ministros. En la Iglesia está el Papa, los obispos, los sacerdotes y los diáconos, sucesores de Pedro y de los demás apóstoles, y han recibido el sacramento del Orden Sacerdotal en razón de su ministerio.

En las sectas no hay ministros ni ministerio, sólo hay líderes y dirigentes, nombrados por los integrantes de la secta.

3.- La Biblia. La Iglesia la considera como una de las fuentes de la Revelación, no la única, en unión con la Tradición y el Magisterio. La Biblia contiene parte de las enseñanzas de Cristo que han sido transmitidas por la predicación de los Apóstoles y que, en su conjunto, conforman la tradición de la Iglesia. La Biblia es interpretada en la Iglesia de acuerdo con las reglas universales del contexto y del significado de las palabras, teniendo presente los diversos sentidos. La última palabra la tienen el Papa y los concilios ecuménicos.

Las sectas interpretan la Biblia libremente, generalmente en el sentido literal, las leyes de la interpretación bíblica. Por tener su origen en la Iglesia protestante cada sectario interpreta la Biblia a su gusto; no es extraño que unos y otros digan cosas tan diferentes.

4.- La Unidad. La Iglesia Católica es universal y tiende a estar en todas las partes del mundo y en todas las personas unidas entre sí por la comunión con Cristo y con el Papa y los Obispos, sucesores de los Apóstoles.

Las sectas, aunque puedan estar en muchos países, no tienden a la unidad, sino a la separación, a la división, a subdividirse constantemente, en virtud de la libre interpretación de la Biblia, su única fuente de Revelación.

5.- La Santidad. La Iglesia es santa porque participa de la santidad de Dios, cuya naturaleza le es comunicada por el Espíritu Santo. La Iglesia es la asamblea de los fieles que son templos de Dios. La Iglesia es una comunión de “santos”, lo que no significa que en ella no haya pecadores que necesiten una constante conversión.

Las sectas predican la total y única conversión consistente en hacerse miembro de la misma. Desde ese instante “ya está salvado”, es un elegido. Sólo los sectarios se salvarán, y los demás pereceremos, incluidos los pertenecientes a otras sectas.

6.- La Autoridad. En la Iglesia, la autoridad del Papa y de la jerarquía en general sólo se refiere a las cosas que afectan a la fe y a la moral y, desde ese ángulo, se ordena la pastoral y toda la actividad eclesial.

En las sectas, la autoridad de los dirigentes incide en los estilos de vida, en las preferencias políticas, en su vida familiar y social. Más que autoridad es una verdadera tiranía.

7.-La Salvación. La Iglesia cree que puede lograrse fuera del catolicismo, siguiendo los dictados de la conciencia dentro de la propia religión. Dios es Padre de todos y a todos ofrece la salvación y los medios necesarios para alcanzarla. Lógicamente, los católicos disponemos de unos medios de salvación como los sacramentos, que otros no tienen.

8.- Realidades humanas. La Iglesia está abierta a todas las realidades humanas a las que trata de transformas a la medida de Cristo, según el dicho de San Pablo: “Instaurar todo en Cristo”.

Las sectas tienen una visión pesimista de la condición humana y de las realidades sociales; no les preocupa su transformación, pues consideran que la salvación y el Reino de Dios son personales e interiores; son únicamente las personas las que deben cambiar y convertirse.

Ya sabemos lo que las sectas entienden por conversión.