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| ¿Cordero o lobo? |
Las sectas “religiosas” son de origen cristiano
Si nos fijamos en tres de ellas con implantación en nuestro país, como son los testigos de Jehová, los Adventistas del Séptimo Día y los Mormones, hemos de afirmar, con toda rotundidad, que son sectas de origen cristiano, pero que, de ninguna manera, pueden denominarse cristianas.
Si nos fijamos en tres de ellas con implantación en nuestro país, como son los testigos de Jehová, los Adventistas del Séptimo Día y los Mormones, hemos de afirmar, con toda rotundidad, que son sectas de origen cristiano, pero que, de ninguna manera, pueden denominarse cristianas.
Charles Taze Russell, fundador de los Testigos de Jehová, era presbiteriano.
William Miller, fundador de los Adventistas del Séptimo Día, perteneció a la iglesia bautista. Ellen White, la refundadora que les dio el nombre de adventistas, era metodista.
Joseph Smith era un joven piadoso, gran lector de los evangelios que, a sus 25 años, desencantado ante la multiplicidad de iglesias protestantes, fundó la Iglesia de Jesucristo de los Santos del último Día (más conocida con el nombre de Mormones).
Todos los fundadores de estas sectas nacieron y fueron educados en alguna de las iglesias protestantes, por lo que sus fundaciones tienen un origen cristiano, ya que cristianas son las Iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana y Protestante.
Las sectas “religiosas” no son cristianas
Una iglesia puede denominarse cristiana única y exclusivamente cuando sigue la doctrina predicada por Cristo. No basta que de un grupo religioso cualquiera digan sus dirigentes que es cristiano para que realmente lo sea; habrá que confrontar su doctrina con la de Jesús de Nazaret y ver la coincidencia o discrepancia entre ambas.
Si nos fijamos en las tres antes citadas, observaremos que no por casualidad coinciden en varios puntos de su doctrina contrarios a la predicada por Jesús.
No creen en la Trinidad, no creen en la divinidad de Jesucristo, niegan la Persona del Espíritu Santo, niegan que Jesús murió en la cruz, niegan su presencia real en la Eucaristía, etc.
Algunos definen a Cristo como un maestro, un líder, un ser con poderes y conocimientos extraordinarios. Algunos dicen que Cristo es inferior al Dios eterno de la Biblia, ya que no existió como Dios desde toda la eternidad. Los Testigos de Jehová afirman que Cristo es la primera criatura de Jehová.
Los cristianos creemos que la Revelación de Dios terminó con la muerte del último de los Apóstoles. Las sectas creen que la Revelación sigue abierta, no sólo hasta su fundador, sino hasta cualquiera de sus máximos dirigentes, pues a todos ellos los consideran infalibles en su doctrina.
Las sectas marginan la Biblia
Es verdad que la usan mucho, pero también es verdad que la manipulan y falsean mediante la introducción de cambios en muchos de sus textos con el fin de hacerlos coincidir con lo predicado por su fundador o líder de turno.
Las sectas “religiosas” no son “iglesias”
Todos estos grupos se consideran y autodenominan “iglesia”. Se trata de una estrategia para favorecer el proselitismo en las naciones en que tradicionalmente el catolicismo es la religión mayoritaria. A pesar de este intento, tan defendido por los líderes, la realidad es muy distinta.
La palabra “iglesia” procede del griego “ekklesia” que asumió el significado de la palabra aramea “sinagogé” como asamblea, reunión o conjunto de los llamados por Dios para ser su Pueblo.
Cristo fundó sólo un Iglesia y ésta es universal, en el sentido de que todos están llamados a pertenecer a la misma. Se puede pertenecer a la Iglesia desde planos diferentes: local, diocesano e internacional; todos estos planos están interrelacionados y en comunión unos con otros y con el Papa, en unidad de fe y de caridad. A lo largo de los tiempos, las divisiones históricas rompieron la unidad; por eso ahora se habla de Iglesias Católicas, Protestante, Anglicana y Ortodoxa.
Es en la Iglesia Protestante donde diversos grupos han roto con su Iglesia y han dado origen a las sectas, no sólo por la ruptura sino, sobre todo, por predicar doctrinas distintas. Las sectas pretender ser iglesias y así se autodenominan: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (los Mormones), Iglesia Adventista del Séptimo Día, Iglesia de los Testigos de Jehová.
William Miller, fundador de los Adventistas del Séptimo Día, perteneció a la iglesia bautista. Ellen White, la refundadora que les dio el nombre de adventistas, era metodista.
Joseph Smith era un joven piadoso, gran lector de los evangelios que, a sus 25 años, desencantado ante la multiplicidad de iglesias protestantes, fundó la Iglesia de Jesucristo de los Santos del último Día (más conocida con el nombre de Mormones).
Todos los fundadores de estas sectas nacieron y fueron educados en alguna de las iglesias protestantes, por lo que sus fundaciones tienen un origen cristiano, ya que cristianas son las Iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana y Protestante.
Las sectas “religiosas” no son cristianas
Una iglesia puede denominarse cristiana única y exclusivamente cuando sigue la doctrina predicada por Cristo. No basta que de un grupo religioso cualquiera digan sus dirigentes que es cristiano para que realmente lo sea; habrá que confrontar su doctrina con la de Jesús de Nazaret y ver la coincidencia o discrepancia entre ambas.
Si nos fijamos en las tres antes citadas, observaremos que no por casualidad coinciden en varios puntos de su doctrina contrarios a la predicada por Jesús.
No creen en la Trinidad, no creen en la divinidad de Jesucristo, niegan la Persona del Espíritu Santo, niegan que Jesús murió en la cruz, niegan su presencia real en la Eucaristía, etc.
Algunos definen a Cristo como un maestro, un líder, un ser con poderes y conocimientos extraordinarios. Algunos dicen que Cristo es inferior al Dios eterno de la Biblia, ya que no existió como Dios desde toda la eternidad. Los Testigos de Jehová afirman que Cristo es la primera criatura de Jehová.
Los cristianos creemos que la Revelación de Dios terminó con la muerte del último de los Apóstoles. Las sectas creen que la Revelación sigue abierta, no sólo hasta su fundador, sino hasta cualquiera de sus máximos dirigentes, pues a todos ellos los consideran infalibles en su doctrina.
Las sectas marginan la Biblia
Es verdad que la usan mucho, pero también es verdad que la manipulan y falsean mediante la introducción de cambios en muchos de sus textos con el fin de hacerlos coincidir con lo predicado por su fundador o líder de turno.
Las sectas “religiosas” no son “iglesias”
Todos estos grupos se consideran y autodenominan “iglesia”. Se trata de una estrategia para favorecer el proselitismo en las naciones en que tradicionalmente el catolicismo es la religión mayoritaria. A pesar de este intento, tan defendido por los líderes, la realidad es muy distinta.
La palabra “iglesia” procede del griego “ekklesia” que asumió el significado de la palabra aramea “sinagogé” como asamblea, reunión o conjunto de los llamados por Dios para ser su Pueblo.
Cristo fundó sólo un Iglesia y ésta es universal, en el sentido de que todos están llamados a pertenecer a la misma. Se puede pertenecer a la Iglesia desde planos diferentes: local, diocesano e internacional; todos estos planos están interrelacionados y en comunión unos con otros y con el Papa, en unidad de fe y de caridad. A lo largo de los tiempos, las divisiones históricas rompieron la unidad; por eso ahora se habla de Iglesias Católicas, Protestante, Anglicana y Ortodoxa.
Es en la Iglesia Protestante donde diversos grupos han roto con su Iglesia y han dado origen a las sectas, no sólo por la ruptura sino, sobre todo, por predicar doctrinas distintas. Las sectas pretender ser iglesias y así se autodenominan: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (los Mormones), Iglesia Adventista del Séptimo Día, Iglesia de los Testigos de Jehová.
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